Myanmar es un país que posee una población relativamente pequeña. Existen miles de montañas elevadas, playas prístinas y cursos de agua serpenteantes. Incluso en las grandes ciudades como Mandalay, solo está a poca distancia de las ajetreadas calles del centro hasta los arrozales y el campo. ¡Pruebe realizar al menos un viaje por carretera o ir en bicicleta en sus vacaciones en Myanmar para apreciar estos hermosos paisajes!.

Se estima que el 90% de la población de Myanmar es budista y la religión desempeña un papel importante en la vida diaria de las personas. Al viajar a Myanmar, estarás rodeado de sensaciones religiosas con muchas arquitecturas magníficas de templos y pagodas. También, tendrá la oportunidad de conocer los monjes con túnicas rojas paseando por las calles.

Aunque Myanmar se está modernizando cada vez más, las personas aún mantienen su estilo de vida tradicional. Incluso en las grandes ciudades, se puede ver hombres y mujeres usando longyis (faldas tradicionales) y thanaka (un cosmético similar a una pasta amarilla). Los festivales son uno de los mejores momentos para experimentar la cultura de Myanmar por ti mismo: no hay nada tan emocionante como unirse a los lugareños para celebrar con una floritura mientras cantan, bailan y juegan juegos tradicionales.

Myanmar se clasifica constantemente como uno de los países más amigables del mundo. Parece que la gente nunca deja de sonreír y, aunque el inglés no se habla comúnmente, la gente de Myanmar hará todo lo posible por ayudar a los extranjeros. No es raro que los locales compartan la comida con los extranjeros en el tren o inviten a los viajeros a su casa a tomar una taza de té o un bocadillo. La gente realmente ama a su país y quiere compartirlo con los visitantes.

Aunque no es tan conocida como la comida vietnamita o tailandesa, la cocina de Myanmar es sorprendentemente sabrosa. Los platos combinan influencias de India, China y Tailandia y varían de una región a otra. Hay algunos elementos que son completamente exclusivos de Myanmar, como el mohinga (una sopa a base de pescado con fideos de arroz y muchos aderezos) y Lahpet Thoke (una ensalada de hojas de té fermentadas y frijoles fritos).